No más tonta ilusa, no más.
Hubiese sido mejor asumir que todo ya había terminado hace meses atrás. Pero no, tú necesitabas colocarte abundante sal en la herida y dejar que la piel se te carcoma por completo.
Y ahora que tus causas tuvieron consecuencias es hora de decirle a tu Ser. Ya no más.
El libro quedará abierto, volteemos la página.