Ya no recuerdo los días anteriores... He viajado y el ómnibus ha dado muchas curvas, tantas que no me dejó domir.
Bosé me acompañó y me saco una sonrisa mientras miraba la luna ocultándose entre los cerros.
También tuve una regresión: Por unos minutos miré al cielo y me vi dentro de un túnel de árboles frondozos y me recordé de cinco años, sentada en la camioneta de mi tio abuelo y atravesando el mismo tunel de árboles gigantes y hermosos. Sonreí.
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Tú silencio es un castigo
mi comportamiento ha de merecer tu castigo
tu castigo es mi perdón
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Mi naríz no deja de fastidiarme y tengo que andar con el pañuelo en la mano. Aquí hace frío, y aún más porque hemos llegado al amanecer.
Nuestro cuarto tiene cinco camas, pero somos seis, lo que no es problema porque bien sabemos que tú y yo dormiremos juntos.
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