lunes, 29 de octubre de 2007

La sospecha constante

14 de Junio del 2006

Pasamos por una calle atestada de cafés de la misma especie. Él volteó para mirar a la gente que estaba sentada en sus mesas. Sol, como era su costumbre, sospechó. Él, como era de esperarse, recordó sus sospechas. Por eso cuando atravesaban el otro café, él ya no volteó a mirar y ella se calmó.
La indecisión es lo que prima y lo saben ambos. Le dan mil vueltas a un mismo asunto. Ella por no saber decidir; él; por complacerla y no incomodarla.
“A estos cafés veníamos juntos” recordó él. Y es que se refería a ella. La muchacha inteligente a quién dejó por Sol y que ahora intentaba recuperar.
Pero esto, un vez más, era producto de su imaginación. Sol creía que él la recordaba mirando las mesas de los cafés.

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