jueves, 20 de noviembre de 2008

Ausencia

Se por qué te sientes triste. Es porque ha desaparecido sin dejar rastro y crees que está por ahí manteniéndose distante.
Sé por qué te duele la cabeza y tus ojos están cansados. Es porque una vez más estabas a punto de dejarlo todo y desapareció. Y cuando la última vez dejaste, como no colmó tus espectativas, volviste.

Sé que habías creado hasta el discurso de orden, la palabrería, el guión para atravesar el arco del triunfo.

También sé que el te quiero antes de colgar fue el detonante, pero al no hallar respuesta alguna, fue imposible dar el siguiente paso y caer con los ojos vendados al hoyo.

Entonces, al no encontrar respuesta al sentimiento que pensabas estaba creciendo, empiezas a eliminarlo de tu ser, te cortas la uñas de las manos y de los pies, te depilas el cuerpo, te pintas los ojos, no vuelves a usar el perfume ese, ni mucho menos la ropa de esos días, eliminas papeles, recibos, mensajes recibidos y enviados.

Le presionas delete con dolor contenido a imágenes cargadas de gestos y a diálogos profundos y ficticios, cambias de soundtrack el reproductor personal; y para no perder la costumbre cliché de la perdida, te tomas dos tequilas sunrise recordándolo, olvidando.

No es el tiempo para reinterpretarlo, analizarlo, comprenderlo. Es tiempo de reconstruir el presente, amar porque ya eres amada.
Pero bien sabes que reaparecerá como si nada hubiera sucedido y empezará todo de nuevo.
No lo digas!

Soundtrack: El miedo que - Tiziano Ferro

1 comentario:

satellite of love dijo...

Wow. Cuantas casualidades-una vez mas- entre tu vida y la mia.