martes, 20 de enero de 2009

La promesa no cumplida

RTS me dijo que cuando uno está muy triste, tus defensas bajan y estás propensa a la enfermedad. Caso que no está lejos de la realidad porque efectivamente el fin de semana me la pasé en cama a causa de una gripe fulminal. Lo peor de todo, es que al mismo tiempo la tristeza me invadia con más intensidad al darme cuenta que solo faltan dos semanas para la separación definitiva de cuerpos y objetos.
A lo que concluyo que, es terrible sentir el dolor físico acompañado del dolor del alma. Llorar y sonarte la nariz al mismo tiempo, mientras tus amigdalas están completamente inflamadas y te impiden pasar la saliva que segregas mientras tus ojos botan más y más lágrimas y te sigues sonando la nariz y toses y se forma ese nudo en la garganta al verte imposibilitada de saber que no hay marcha atrás.

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