miércoles, 6 de enero de 2010

Esos sueños raros

En la playa:
Resulta que C. Roth había sido su pareja y él le había hecho algunas fotos que yo estaba viendo sin que ambos sepan que lo hacía.

De pronto a él se le ocurrió la estúpida idea de llamar a C. Roth para contarle que ahora andaba conmigo y ella histérica le respondió que yo la estaba espiando.

Obviamente, por este hecho yo andaba más que avergonzada al verme descubierta; aunque felizmente él no creía lo que le decía C. Roth.

En la casa:
Entonces, bastante enojada le dije: porque tienes que decirle a C. Roth que ahora andas saliendo conmigo? Me miró sorprendido y no respondió.

De esta manera me di cuenta que no sabía exactamente en lo que me había metido (es decir al andar saliendo con él) y decidí decirle que debíamos dejar de vernos.

Afligido, él me miraba sin saber que hacer.

Por último, como lo que sentía por él se había esfumado, como cuando se revienta una burbuja que flotaba en el aire, le llamé un taxi y al oir el claxón le dije que debía marcharse.

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