No cabe en mi imaginación final como ese, sería lo más injusto para mí que todavía creo en lo finales felices llenos sensaciones placenteras que anulan las espera y disuelven el tiempo. Sin embargo, porque siempre existe un pero, en ocasiones entro en razón y me siento una completa idiota pensando de tal o cual manera imaginando ese tan esperado final y es entonces cuando retorno a la realidad del plano netamente racional y el desenlace me mata en el acto poniéndome ansiosa, nerviosa, paranoica y cuestionándome el porque tendría que ser así, a tal punto que mi mente debe inventar descenlances positivos para lograr tranquilizarme y mantenerme en el limbo de la constante espera.
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