martes, 14 de junio de 2011

Ya empiezo a extrañarte ñañito

Me consta que no tenemos nada en común y que además ambos no hemos tenido la iniciativa de saber más sobre el otro. Que en el plano de lo superficial estamos acorde, pero en lo profundo aún no lo sabemos y tampoco estoy segura de que algún día lo sepamos ya que entre nosotros sólo existe un contacto físico sexualmente adictivo que nos impide mantener una conversación sensata más allá del placer que significan dos cuerpos juntos en la oscuridad.
Eso es lo que somos, amantes de fin de semana que entre copas huyen para llevar a cabo una faena en la cual sólo existen dos y a la mañana siguiente, con la luz del pleno día, se despiden amistosamente y continuan con sus vidas.
No sé lo que significa esto, pero sé qué no quiero que se termine.

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