martes, 25 de septiembre de 2007

Tu Pirata soy yo

Yo no sé porque quise bajar esta canción. Supongo que fue un flashback de cuando era niña, muy niña diría yo.
Vivíamos en casa de mis abuelos paternos. La cocina era grande y allí se encontraba la radio antigua. Hasta ahora no sé quién era él o la que la prendía, pero a veces sonaba música muy triste. Era extraño porque, casi siempre, no había nadie en la casa y por eso me recuerdo sola paseando por la cocina y el patio, aburrida sin saber que hacer o con quien jugar.
A lo que iba es que una de esas mañanas o tardes en que la radio estaba encendida, oí esa canción. Yo creo que ya desde aquella época caía en depresiones leves porque me entristecía demasiado cuando en la radio programaban canciones tristes. Y es que me recuerdo saliendo corriendo del patio, o de mi habitación, o desde donde me encontrase y era como que las notas musicales me llamaban y me llevaban hasta la cocina para ponerme a flotar con la canción y, era obvio, para entristecerme también. Era como que esa angustia que sentía cuando terminaba la melodía, me atraía porque me dejaba en vilo, me mantenía viva y ya no me aburría.
Sin embargo, la razón del asunto es que por aquella época, mi abuela materna estaba internada en la clínica por una enfermedad inexplicable, entonces por más que yo era una niña de cinco o seis años, también lloraba su ausencia. Por qué claro, la ausencia se veía reflejada en el poco tiempo que mi mamá podía dedicarme a mí y a mis hermanos. Entonces todo se volvía muy vacío alrededor y decaía tremendamente. Puede que la primera vez que haya oído esta canción la recordaba a ella y quería llorar; o también, que un día que la escuche me acordé de ella y de su terrible enfermedad que me enfermaba a mi también. Yo no sé, pero en esa época era todo gris y para colmo era invierno y mis padres casi nunca estaban y yo pensaba que si rezaba todas las noches ella se recuperaría. Pero algunas veces me quedé dormida sin rezar, pero sabía que Diosito perdonaría mi cansancio y que uno de esos días llegarían las noticias de que mi abuela había salido de la clínica. Sin embargo, esa noticia nunca llegó. Y debe ser por eso que alguna vez le cogí cólera a la canción. Porque ella murió y me entristecía demasiado oírla. Así qué cuando sonaba en la radio, yo la apagaba y salía corriendo por ahí, pero la melodía ya se había colado en mi mente y retumbaba para hundirme más y más.
Han tenido que pasar veinte años para despejarme escribiendo esto, para aceptar cual era el rollo que me enlazaba a la canción. Para recordarla a ella junto a mi niñez.

No hay comentarios: