sábado, 18 de octubre de 2008

La mala noticia


Sí, sí, sí. Sé que quizás deba escribir sobre ese momento, pero aún no estoy preparada para ello. Sin embargo a menudo pienso que debería tener una grabadora mental para que se encargue de guardar todos mis pensamientos; porque al momento de sentarme a la maquina para reproducirlos por alguna extraña razón ya se me pasó todo.
Y eso es lo que sucede ahora.
Se me ha quebrado la voz, es lo único que puedo recordar sobre aquel momento.
Me sueno la naríz, por que la tengo sensible y es lo primero que se me activa al oir la mala noticia por el auricular
Mis ojos se llenan de lágrimas que intentan salir en un solo bloque, pero me resisto.
Todo nuevamente vuelve y me da vueltas en circulos hasta marearme por completo.
Pero él sí, dije. Y fui corriendo a verlo y darle la buena noticia de que él sí.
Lo acompañé, le regale mis pasajes, se llevó mi suerte. Y lo logró.

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