En este episodio te he dejado libre, -como aquel petirrojo al que le gustaba que le rasquen la cabecita, para que me narres historias nuevas cargadas de aventuras junto a S.
Así qué, súbete a esa inmensa carroza llena de luces, levanta el rostro y mira como desde el cielo oscuro caen ante ti los fuegos artificiales, piérdete junto a las esculturas de ángeles y las cruces de hierro por los pasadizos del panteón que a diario te estaré esperando para que me cuentes ese nuevo episodio en tu vida.
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