Nublado ambiente y en mi

Vaya sorpresa!.. el viernes por la mañana ingresé a la cafetería del trabajo a separar el almuerzo y entraron las ganas de llamar. Como no puedo ir contra mi voluntad (de eso hay pruebas mil) llamé. Hablé... Demonios Ophelie por qué no contestas! gracias a ti llamé a la persona equivocada. Excusas.
Pude oir la risa y reír también...
Recibí un correo y se despidió; entonces, ya no respondí. Horror!... volvió la ansiedad... ¿Qué está pasando?
Minutos después recibí un documento con demasiadas críticas. Nefasto!...
Todo se acumuló, palidecí y huí al baño. Porque siempre al baño. Ya hace mucho que no me refugiaba en el baño. No!, otra vez no!... el baño no por favor.
Mi cara cambió, no puedo convertirme en una mujer ansiosa, histérica y posesiva. Así no llegarás a lo añorado. Así continuamente decaerás y volverá la soledad. Mantengamos el equilibrio, volver a llamar no es la solución, sonarás a muchacha desesperada. Calma!
Almorcé, si eso se puede llamar almorzar: Tragar alimentos para llenar el estómago. Necesitaba huir a casa, dormir, cubrirme la cara con la manta, soñar y si me seguía sintiendo mal, no regresar a trabajar. Lo hice. Me despejé y en el sueño escribió; pero al despertar a la realidad volví. Malditos documentos, me indigna. Me han humillado y ahora que hago?. Debo volver al trabajo.
Sonó el teléfono... Oh sí!... hay telepatía, alegría para continuar y terminar el día.